Sertserretartxe

de Catalano, Ángel B.

El partido de fútbol había terminado. Como siempre, once estaban contentos, los otros once, del equipo rival, no.
Era claro, como siempre, el resultado era el motivo, los que ganan festejan, los otros, callan…
Los que habían ganado eran visitantes, debían cruzar un puentecito para volver a su barrio. Tobi, uno de los pibes, mientras cruzaba el puente vio a lo lejos ¡Bah! A treinta metros, varias pequeñas cosas que se movían prestamente, llamó la atención a sus compañeros.
¡Miren! ¡Miren!
Era insólito, no alcanzaban a comprender que ocurría. Parecían chicos, pero de veinte centímetros de altura. ¿Qué era eso?
Parecía que hablaban, no se entendía lo que decían, hasta que Maxi, que siempre tenía una gran imaginación y rapidez para escribir, dijo:
Dan vuelta las palabras, hablan al revés. Creo que ellos todo lo hacen así, al revés de nosotros, quizás lo hacen mejor.
¿Qué dicen?
Preguntó Nahué.
“Somos sertserretartxe”.
Leyó Maxi.
¿Qué quieren decir?
Quiso saber Juaco.
“Somos extraterrestres…”
Continuó Maxi.
Una palabra “somos”, la pronunciaron como nosotros.
¿Sí? Ahora lee “somos” al revés.
¡Ah! Es capicúa.
¿Todo lo hablan así?
El que preguntaba era Nico.
Sí, ahora opinaron “ecerap euq nos etneg aneub”.
Tradúcelo.
Le pidió Roqui.
Dijeron: “Parece que son gente buena”. Ahora nos están dando consejos.
¿Qué dicen?
Pidieron todos a coro.
Ol sám etnatropmi se ratart ed rarojem onu, on racsub sol sotcefed ed sol sorto.
Aclara…
Pidió Fran.
“Lo más importante es tratar de mejorar uno, no buscar los defectos de los otros”. Ahora dicen: “ Sortoson on somacitirc a eidan, “somecah” ol euq on “ necah” sol euq neneit al nóicagilbo ed “olrecah”.
¿Y ahora, que dijeron?
Quiso saber Robi.
“Nosotros no criticamos a nadie, hacemos lo que no hacen los que tienen la obligación de hacerlo”.
Siempre hay algún curioso y aquel vecino, alzando la voz, les llamó la atención a los demás y aparecieron muchos a observar lo que estaba ocurriendo.
Una luz importante bajó del cielo y todas aquellas personitas, contamos más de cien, subieron a ella, la luz, tomó la forma de una nave y se elevó rápidamente, su imagen se mostró por unos minutos, siempre, alejándose velozmente…
Los once pibes viajaban con ellos.